Dinamarca
recoge el testigo de Polonia en la presidencia semestral de la Unión Europea. Será
un periodo decisivo para comprobar si las últimas medidas adoptadas por los
líderes de los 26 (no estará Reino Unido) consiguen devolver la confianza en
los mercados y si la UE
es capaz de frenar la recesión que se apunta. Los daneses, fuera del euro,
dicen perseguir una Europa responsable, dinámica, verde y segura.
No
hay mucho margen de maniobra para el gobierno danés. La presidencia polaca, que
ahora termina, ha pasado de puntillas sobre los asuntos europeos colapsada por
una crisis financiera que entró después del verano en una espiral incontrolable
y ahí continúa.
De
forma que el programa de la presidencia danesa no podía ser de otra forma y sus
prioridades se basan en la economía fundamentalmente. «La Presidencia danesa se
esforzará por garantizar una economía europea responsable. Tenemos que sacar a
Europa de la crisis, prevenir nuevas crisis y centrarnos en el fortalecimiento
del crecimiento y la creación de empleo».
Pocas
herramientas se aportan para lograr ese objetivo. Copenhague confía en que la
puesta en práctica de los acuerdos adoptados por el Consejo Europeo en
diciembre y el Six Pack para fortalecer la gobernanza económica en la UE dé resultados, después de
reconocer que «en Europa no hemos sido lo suficientemente buenos para cumplir y
hacer cumplir las reglas comunes y los acuerdos de reformas». Por eso, la
presidencia danesa se propone mejorar la disciplina fiscal en ese marco idóneo
de responsabilidad.
El
segundo objetivo es generar crecimiento y empleo en Europa. Nada se dice sobre
cómo se consigue eso en tiempos de austeridad y ajustes presupuestarios, pero
el gobierno danés cree que el mercado único europeo permite desarrollar un
importante potencial con la agenda digital. Se habla de comercio online, de
reducir precios de itinerancia, de más esfuerzos en innovación e investigación
y de abrir nuevas oportunidades comerciales a las empresas europeas en terceros
mercados.
El
crecimiento verde y sostenible es una de las grandes prioridades de la
presidencia danesa. «El objetivo es generar un crecimiento sin aumento de los
recursos energéticos y del consumo. Y se puede hacer», dice el programa del
gobierno de Copenhague. En este campo tiene por delante varios asuntos que
deberán concretarse en los próximos meses y, a pesar de su seguridad, no son
nada fáciles. Desde el Programa de Acción Ambiental, a la Conferencia Rio +20
de la ONU , el
diseño de la política energética hasta 2050 o las reformas de la Política Agraria
Común o la Política
Pesquera.
Dinamarca
quiere además una Europa más segura para los ciudadanos y resolver los
problemas transfronterizos. El país que se saltó parcialmente el acuerdo de
Schengen con la queja de Bruselas, dice que «trabajará para garantizar una
lucha más eficaz contra la delincuencia internacional y el terrorismo, así como
el buen funcionamiento del sistema europeo común de asilo y reforzar la
cooperación Schengen, lo que se consigue un control más seguro en las fronteras
exteriores de la UE ».
Sobre el logotipo de la presidencia: La
imagen ganadora en concurso ha sido creada por Peter Jacob Møgelvang del
estudio Kunde & Co (www.kunde.dk). El jurado lo valoraba como “una solución
tipográfica creativa y estética, que en su simplicidad, es una clara expresión
de diseño tradicional danés”. Los dígitos cortados representan el medio año que
el país estará en la presidencia, y el recurso de los números que se sustituyen
es una clara alusión al carácter rotatorio de la presidencia.
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