Esta
medida contribuirá a forjar la confianza mutua entre los varios sistemas
jurídicos europeos y a mejorar la transposición de la legislación europea. Se
pretende asimismo beneficiar a ciudadanos y empresas de Europa, permitiéndoles
contar con resoluciones rápidas y un respeto adecuado de la normativa. Además,
como ya declaró Viviane Reding, Comisaria de Justicia de la UE , esto contribuirá a cimentar
los esfuerzos para crear un espacio europeo de justicia, mejorando el
funcionamiento del mercado interior. También añadió que la formación judicial
es clave para un cuerpo judicial moderno y eficiente que reduzca los riesgos
elevados y los enormes costes de las transacciones que traban el crecimiento
económico.
Para
conseguir este objetivo la
Comisión ha realizado un llamamiento a los Gobiernos
nacionales, a los consejos del poder judicial, a los organismos profesionales y
a las instituciones de formación europeas o nacionales para que se comprometan
a integrar en sus programas de formación el Derecho de la UE y a incrementar el número de
cursos y de participantes. Además la Comisión se propone facilitar el acceso a la
financiación de la UE
a proyectos de formación de calidad, incluida la formación electrónica. Con
arreglo al nuevo marco financiero plurianual, que aún está siendo debatido por
las instituciones europeas, la
Comisión ha propuesto convertir la formación judicial europea
en prioridad importante con el objetivo anual de formar a más de 20.000
profesionales de aquí a 2020.
Ideas fundamentales del documento “Crear Confianza
en una Justicia Europea. Nueva Dimensión
de la Formación Judicial
Europea”.
La formación judicial europea debe incluir formación inicial y
continua.
La
formación inicial, impartida antes de que se incorpore a sus funciones o en el
momento de hacerlo, debe complementarse con una formación permanente que ayude
a los profesionales de la justicia a estar al día y a saber cuando y cómo
adquirir nuevas técnicas y nueva formación.
Los Estados miembros deben prever tiempo extrajudicial al evaluar
la carga de trabajo de jueces y fiscales como forma de invertir en la calidad
de la justicia.
Durante la consulta, las partes interesadas apuntaron la necesidad
de formación en las siguientes áreas:
- Derecho medioambiental.
- Derecho civil, contractual, familiar y comercial
- Derecho de Propiedad intelectual.
- Derecho Penal (especialmente la ejecución de la orden de
detención europea), delitos contra los intereses financieros de la UE.
- Derechos fundamentales
- Protección de Datos.
Intercambios.
Además de conocer el Derecho de la Unión , es imprescindible,
para un espacio judicial europeo que se base en la confianza y en la aplicación
del principio de reconocimiento mutuo, que los profesionales de la justicia
mejoren su conocimiento de los distintos sistemas judiciales de Europa.
Tecnología de apoyo para la formación.
Promoverá también el desarrollo del aprendizaje en línea como
instrumento flexible para llegar a más usuarios finales y redactará directrices
prácticas relativas a pautas de aprendizaje específicas en la esfera judicial y la metodología pedagógica
más idónea, que autorizarán también la evaluación de la calidad y el impacto y
la utilización de criterios de calidad e
indicadores comunes…
Desarrollo de facultades lingüísticas.
El dominio de lenguas extranjeras y de su terminología jurídica es
importante y debiera formar parte de la formación continua de los profesionales
de la justicia. Es una condición previa de contactos eficaces entre Estados
miembros, lo que, a su vez, es la clave de la cooperación judicial.
Apoyarse en estructuras y redes ya existentes.
Formar a la mitad de los
profesionales de la justicia de la Unión
Europea antes de 2020 representa un desafío compartido.
Los centros que ya imparten formación judicial y las redes
europeas de profesionales de la justicia suponen un instrumento fiable de la
formación judicial europea.
Asociaciones de profesionales como la CCBE , la CNUE , la Red de Presidentes de
Tribunales Supremos, el Foro de Jueces de Medio Ambiente de la Unión Europea etc., tienen una
importante función de coordinación y son socios clave para fomentar la
formación. Las organizaciones europeas de profesiones de justicia deben seguir
desarrollando actividades de formación, como es el caso de:
ERA.- Organiza cursos de verano sobre justicia penal europea para
jueces, fiscales y abogados, usando métodos activos que incluyen herramientas
de tecnología de la información, para formar a los participantes en el uso de
instrumentos de cooperación judicial en casos penales que afecten a varios
países. La Comisión Europea
va a trabajar con ERA y otros centros de formación aprovechando contribuciones
del sector público y privado para garantizar el acceso a una formación de alta
calidad a un número mayor de profesionales de la justicia.
REFJ.- Red Europea de Formación Judicial, es la red de las
instancias nacionales de formación judicial juntamente con la
ERA. La REFJ debe implicarse en reformar la
sostenibilidad de su estructura y desarrollar una estrategia para llegar a un
mayor número de profesionales de más Estados miembros. La REFJ debe llagar a realizar
1.200 intercambios en tribunales al año. Todos los Estados miembros deben comprometerse
a reforzar su contribución financiera y la participación en la REFJ de sus instancias
nacionales de formación judicial para que esta logre desempeñar un papel
activo.
Apoyo financiero.
Es menester un fuerte compromiso para que la formación judicial
alcance el nivel de excelencia que reclama una auténtica cultura judicial
europea.
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