lunes, 26 de septiembre de 2011

Parejas en la UE





Entre dos personas puede haber varios tipos de uniones: matrimonio, unión registrada o unión de hecho.

Al cambiar de país miembro, ya sea por motivos privados o profesionales, hay que tener en cuenta que también cambian los derechos y obligaciones que trae consigo cada tipo de relación.



Matrimonio

El matrimonio civil, es decir, el celebrado con arreglo a la ley pero sin confesión religiosa, se reconoce en todos los países de la UE.

Pero las normas y prácticas en materia matrimonial pueden variar según el país.

Las principales diferencias son las relacionadas con:

  • Los derechos y obligaciones de las parejas casadas: por ejemplo, sus bienes, sus obligaciones como padres o los apellidos.
  • La relación entre el matrimonio civil y el religioso: algunos países consideran el religioso equivalente al civil, otros no. Si el matrimonio es únicamente religioso y se va a vivir a otro país, es importante informarse sobre las consecuencias que eso tiene para el estado civil.
  • Los requisitos para contraer matrimonio: la diferencia más significativa es el derecho o no a casarse de las parejas del mismo sexo. Hoy en día lo permiten cuatro países: Bélgica, Países Bajos, España y Suecia.

En principio hay garantías de que tu matrimonio se reconozca en todos los demás países miembros, pero eso no siempre ocurre en el caso de las personas del mismo sexo.

Si el matrimonio tiene lugar en un país que no es donde se tiene el domicilio, no es mala idea inscribir el matrimonio en el consulado del país de residencia. Consulados información

Si se va a vivir a otro país de la UE por motivos de trabajo, el esposo o esposa tiene derecho a ir contigo sea cual sea su nacionalidad.

Varían en cambio las normas que regulan uniones distintas del matrimonio, tales como las uniones registradas y las uniones de hecho.

Ejemplo

Matrimonio entre personas del mismo sexo: prácticas diferentes según el país

Emma, de nacionalidad belga, se casa en Bélgica con Carine, de nacionalidad francesa. Emma se traslada a Alemania por motivos de trabajo y Carine la acompaña... pero la administración alemana no las considera casadas al ser ilegal en este país el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Ahora bien: como sí es posible la unión registrada, Alemania reconoce a Emma y Carine los mismos derechos que a las parejas registradas sin que haga falta ningún trámite especial.



Unión registrada

En varios países de la UE es posible formalizar una relación sin casarse a través de una unión registrada, a veces denominada unión civil.

La unión registrada permite a dos personas que conviven en pareja inscribir su convivencia ante la administración correspondiente de su país de residencia.

Hay enormes diferencias entre los países de la UE a este respecto, y no sólo en cuanto a las posibilidades que ofrecen, sino también al grado de reconocimiento de las uniones celebradas en el extranjero, si es que las reconocen.

Si se va a vivir a otro país o te inscribes allí con tu pareja de nacionalidad distinta de la tuya, debes conocer la normativa nacional, pues las consecuencias pueden ser importantes para vuestros derechos y obligaciones.

La unión registrada se considera equivalente al matrimonio en algunos, pero no todos los países de la UE.

Países de la UE que no reconocen la unión registrada como equivalente al matrimonio:

  • Bulgaria
  • Chipre
  • Eslovaquia
  • Estonia
  • Grecia
  • Irlanda
  • Italia
  • Letonia
  • Liechtenstein
  • Malta
  • Polonia
  • Rumanía
En los países donde se consideran equivalentes, el matrimonio y la unión registrada dan los mismos derechos en cuanto a inmigración: tu pareja registrada podrá domiciliarse contigo en estos países.

Si tu pareja es ciudadano o ciudadana de la UE y depende económicamente de ti, tendrá que solicitar derechos de residencia a la administración del país al que vayas a trasladarte, lo que se justifica dado su derecho a acompañarte como pareja registrada.

Si tu pareja no es ciudadano o ciudadana de la UE, la unión registrada le dará el derecho a residir en la UE.

Si quieres trasladarte a otro país de la UE donde no se reconoce ningún tipo de unión registrada, la vuestra se considerará allí una relación duradera debidamente acreditada y ese país deberá facilitarle a tu pareja la entrada y la residencia.

Ejemplo

Conseguir derechos de residencia a través de la unión registrada

Nina es una emprendedora del país de la UE "A" que parte en busca de oportunidades de negocios al país de la UE "B" y quiere que la acompañe su pareja registrada, Hans, que en este momento está en el paro.

Aunque el país B no reconoce las uniones registradas, la que tienen Nina y Hans en el país A sí sirve para demostrar que existe una relación duradera entre ambos, de modo que Hans puede acompañar a Nina aunque no tenga recursos económicos propios.

Ojo: no todos los países de la UE reconocen a las uniones registradas los mismos derechos en cuanto a régimen matrimonial y pensión de alimentos: los que tienes en un país pueden ser completamente diferentes de los que tienes en otro.



Unión de hecho

Si tienes una pareja estable con la que convives de manera continuada, en toda la UE se te reconocen una serie de derechos aun en caso de que vuestra unión no se haya inscrito ante ninguna administración.

Si te vas a vivir con tu pareja de hecho a otro país de la UE y puedes demostrar que convivís o acreditar de alguna otra manera que mantenéis una relación duradera, ese país debe facilitar la entrada y la residencia a tu pareja, sea o no ciudadano o ciudadana de la UE.

En los países de la UE que reconocen las uniones de hecho también tendréis derechos y obligaciones en materia de bienes, herencias y pensiones de alimentos en caso de separación.

Estos derechos son de especial importancia para las parejas del mismo sexo, pues no todos los países de la UE permiten que se casen o registren su unión.

Ahora bien, la mayoría de los países miembros no han definido con exactitud cómo se acredita una convivencia o relación duradera.

Si residís en un país donde no podéis casaros (parejas del mismo sexo) ni registrar vuestra unión, o si optáis por no hacer ninguna de las dos cosas, una posibilidad sería firmar un contrato de convivencia que regule determinados aspectos de vuestra vida en común.

Pero aun así será difícil hacer valer vuestros derechos.

En caso de conflictos sobre bienes, por lo general se aplica la ley del país donde surgen.



Divorcio y separación legal

Aunque los aspectos prácticos de la separación y el divorcio varían mucho entre los países de la UE, en situaciones transfronterizas se aplican una serie de normas europeas para determinar qué tribunales son competentes.

Podéis presentar los dos una demanda conjunta o acuerdo mutuo de separación legal o divorcio, o bien puede presentar la demanda uno de los dos.

La demanda puede presentarse en los tribunales de los siguientes países:

  • el país donde vivís tu cónyuge y tú
  • si ya no vivís en el mismo país, el último donde convivierais, siempre y cuando uno de los dos siga viviendo allí
  • si la demanda es conjunta, el país donde vive uno de los dos
  • si no hay mutuo acuerdo y eres tú quien pide el divorcio, el país donde vive tu cónyuge
  • tu país de residencia, siempre y cuando:

- hayas residido allí un mínimo de 6 meses inmediatamente antes de pedir el divorcio.
- tengas la nacionalidad del país. Si no tienes la nacionalidad, solo puedes pedir el divorcio si has residido allí al menos un año inmediatamente antes de presentar la demanda.

  • el país cuya nacionalidad tengáis tu cónyuge y tú.


El primer tribunal al que se presente la demanda -siempre y cuando cumpla los citados requisitos- será competente para todo lo relacionado con vuestra separación en el futuro.

El tribunal del país de la UE que haya dictado una resolución sobre separación legal también será competente para convertirla en divorcio si lo permite la normativa de ese país.

El tribunal competente también decidirá sobre responsabilidad parental.

Los motivos que los que puede pedirse el divorcio varían mucho entre los países.

Todo divorcio dictado en un país de la UE se reconoce automáticamente en todos los demás.

No obstante, las partes pueden pedir a los tribunales de su país que no reconozcan la sentencia.

Ejemplo

Divorcio sin acuerdo mutuo: un año de residencia para que sea competente la justicia del país de residencia del demandante

Jack y Fiona son un matrimonio irlandés que nunca ha convivido: Fiona vivía en Irlanda y Jack más de un año en Francia. Debido a problemas maritales, Jack decide pedir el divorcio en solitario a los tribunales franceses.

Y puede hacerlo, ya que no hay acuerdo mutuo y ha vivido al menos un año en ese país.



Pensión de alimentos (hijos/cónyuge)

En caso de divorcio, las normas sobre pensiones de alimentos a los hijos o el cónyuge varían según el país.

Todos reconocen la obligación de ayudar al ex cónyuge que tiene la custodia de los hijos, pero el alcance de esa ayuda no es el mismo en cada uno.

Si quieres hacer cumplir una resolución sobre pensión de alimentos en situaciones transfronterizas en la UE, por ejemplo, si tu ex cónyuge y tú vivís en países diferentes, habéis vivido en países donde ya no vives tú o vivís ambos en el extranjero, es lógico hacerse la pregunta de qué país es competente, es decir, qué juez puede decidir en vuestro caso.

Hoy en día toda sentencia sobre alimentos dictada en un país de la UE puede declararse aplicable en otro a través de un procedimiento simplificado.   

Desde de junio de 2011  se puede  pedir que se aplique una sentencia sobre alimentos en cualquier país de la UE ante los tribunales:

  • del país de residencia habitual tuyo o de tu ex cónyuge, o
  • del país del que tu ex cónyuge o tú tengáis la nacionalidad, o
  • del país donde viváis tú y tu ex cónyuge o, si ya no vivís en el mismo, donde hayáis tenido vuestro último domicilio común al menos durante un año, o
  • del país competente en vuestro caso para resolver contenciosos sobre cuestiones matrimoniales, por ejemplo, el tribunal que resolviera vuestro divorcio.






Fotografías de Vlad Artarov: La historia de un clavo. Se suele decir que una imagen vale más que mil palabras y no vamos mal encaminados cuando se observa los trabajos del fotógrafo checo, Vlad Artazov. Obras cargadas de expresividad e ironía, reflejan toda una serie de situaciones cotidianas conseguidas a través de unos simples clavos de hierro.

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