domingo, 11 de septiembre de 2011

“Recuerdos de una princesa” por Gayatri Devi. Memorias de la maharaní de Jaipur. Un libro delicioso ***


Nacida princesa de Cooch Behar (hoy un distrito indio de Bengala Occidental), Gayatri Devi fue todo un personaje desde su niñez hasta su muerte (Londres 1919, Jaipur, India 29 de julio de 2009).

Entre las más bellas. La revista Vogue la nombró una de las 10 mujeres más bellas del mundo cuando llevaba más de una década de maharaní de Jaipur (1939-1970). Se había casado, con el rechazo inicial de sus padres, con Man Singh II, quien ya tenía otras dos esposas. El matrimonio, que vivió en medio del lujo más fastuoso y codeándose tanto con la realeza europea como con las personalidades de la política y la cultura de EEUU, se trasladó a vivir a Madrid en 1965, el maharajá de Jaipur fue el primer embajador indio en España ( 1965-1968)


Cofundadora del partido Swatantra, desde el que se oponía al gobernante Partido del Congreso. Su primera batalla electoral por un escaño a la Asamblea (Lok Sabha) de Jaipur, en 1962, la ganó por tal goleada de votos que le valió una mención en el libro Guiness de los Récords (La familia de Jaipur figura dos veces en éste libro: por la boda más cara del mundo, la de Mickey, y porque Devi consiguió la más gran mayoría jamás conseguida en un país democrático)



Viuda desde 1970, Gayatri Devi (a quien le gustaba que la llamaran Raj Mata “Reina Madre”, aunque el nuevo maharajá no era su hijo sino de la primera esposa de Man Singh) fue a parar a la cárcel durante el período de emergencia (1975-1977) decretado por Indira. Vive con dolor los acontecimientos de la guerra entre India y China y el problema de Bnagladesch, ve crecer el descontento hacia Indira Gandhi que se opone a ella. Acusada de fraude fiscal, pasó cinco meses en una prisión de Tihar entre prostitutas y delincuentes comunes, pese a las propuestas de gobiernos y personalidades internacionales. Quienes la conocían aseguraron que esta experiencia agrió su carácter y cambió su percepción de la sociedad. Se retiró de la política y con la ayuda de la escritora Santha Rama Rau publicó su autobiografía “Recuerdos de una Princesa”, editada por su amiga Jacqueline Kennedy Onassis. Sus actividades comenzaron a centrarse en la creación de escuelas y parte de su tiempo lo dedicaría a la Fundación Sawai Jai Singh, organismo creado por su marido para ayudar a los más desfavorecidos en Jaipur.



Siempre adelantada su tiempo, Gayatri Devi, que había sido experta amazona y a los 12 años había matado su primera pantera, se había convertido, con el paso de los años, en una conservacionista, preocupada por el medio ambiente, la defensa de los animales salvajes y la sostenibilidad del planeta.





Gayatri Devi, murió a la edad de noventa años, dejando tras de sí un testamento complicado. Con la muerte en 1997 de su único hijo, son los nietos, sobrinos y demás familia más o menos lejana quienes pretenden hacerse con una parte de la fortuna valorada en más de 300 millones de euros. Además el Estado indio exige su derecho a administrar algunas de las propiedades que formaban parte del patrimonio de Devi, como el palacio Rambagh reconvertido en hotel de lujo  y donde vivió sus últimos años, en el antiguo pabellón de tenis. Fue una mujer de luces y sombras, pero en todo caso, de esas mujeres que fascinan. La tercera esposa del último maharajá de Jaipur, Gayatri Devi, se encargó personalmente de la decoración del palacio. Hoy su retrato impacta a quien entra en la llamada Habitación Rajput.




En 1971, Indira Gandhi puso fin a los privilegios que la antigua clase real india disfrutaba, incluso durante los tiempos de colonización inglesa. Desde entonces, decenas de maharajás han visto cómo se apagaba su aura semi-divina y han recurrido a la política para conservar su influencia en territorios que sus antepasados gobernaban sin oposición.



Hoy día, una vida como la de Gayatri Devi ya no sería posible. A lo largo y ancho de toda la India, cualquier turista tiene a su disposición, por un puñado de euros, habitaciones en cientos de castillos y palacios donde hace no mucho habitaban maharajás y maharanís.


No hay comentarios:

Publicar un comentario