domingo, 26 de febrero de 2012

Domótica para dependientes. Noticia de “El Mundo” de fecha 08 febrero de 2012. La Trinchera.





Persianas que suben con una orden de voz, grifos que se apagan solos cuando detectan que rebosa la pila o puertas que avisan a kilómetros de distancia que alguien está entrando o abandonando la casa. La domótica era una aplicación que parecía sacada del futuro cuando nació allá por los años 60. No obstante, no fue hasta finales de los 80 cuando ese conjunto de sistemas se empezó a utilizar en las viviendas. Pese al atractivo de convertir una casa en un hogar inteligente o digital, el precio hace unos años era prohibitivo. Hoy en día, esa utopía más propia de Hollywood ya resulta asequible para cualquier bolsillo. Una preparación básica en un piso de unos 90 metros cuesta poco más de 1.000 euros

Entre los cinco principios que rigen la domótica: ahorro energético, confort, seguridad, comunicaciones y accesibilidad; fue este último en el que se fijó la Fundación Alzheimer España a la hora de promover una mejora en la vida de sus enfermos. Para Jacques Selmes, secretario de la Fundación, se trataba de hacer a esas personas menos dependientes. 'No se trata de automatizar toda la casa, no es necesario en las primeras fases de la enfermedad', aseguraba. El propósito es conseguir que estas personas puedan llevar una vida más o menos normal gracias a ciertos elementos. 'El enfermo de Alzheimer se acostumbra bastante bien a mandar órdenes a la televisión sin necesidad de un mando', comentaba Selmes.

Con la domótica en la vivienda es posible que un paciente de Alzheimer sea monitorizado en sus rutinas diarias y se le proporcionen etiquetas RFID, de recordatorio de objetos importantes. Además, se le puede mantener localizado y con una alarma para prevención de caídas. Estas ventajas se acompañan de la posibilidad de una tele asistencia médica o tele estimulación cognitiva, terapias necesarias para ralentizar el desarrollo de esta enfermedad y que se podrían realizar a distancia sin necesidad de que el enfermo se traslade. Un cúmulo de opciones que no sólo hacen más fácil y digna la vida del paciente sino también la de su propia familia.

Este ideal lo buscan junto con la ayuda de AMETIC (Asociación Multisectorial de Empresas de Electrónica de las tecnologías de la Información y la Comunicación, de las Telecomunicaciones y de los contenidos digitales). 'Se trata de que la tecnología haga más fácil tanto la vida del enfermo o discapacitado como de los cuidadores', aseguraba Alberto Brunete, colaborador de la Fundación y doctor en Automática y Robótica. La persona enferma o discapacitada tiene a su disposición todo tipo de elementos electrónicos y mecánicos para ayudarle a realizar sus actividades cotidianas. Para el cuidador, existe un dispositivo que permite controlar casi cualquier elemento de la vivienda desde el otro lado del mundo.

Sólo es necesario un ordenador o un dispositivo compatible y con internet (teléfonos, tablets,...) para poder desde cerrar la casa a encender la televisión o, incluso, cerrar el agua si ha habido cualquier contratiempo. Un sistema que se puede instalar en cualquier vivienda según aseguran desde AMETIC. El único problema es el de la estructura e instalación de las casas antiguas cuyas conexiones y comunicaciones son dificiles de adaptar a los tiempos modernos. Si no es el caso, la automatización de una vivienda no presenta más problema que la instalación de sensores y el cableado subsiguiente. El resto es un software de fácil manejo que hace la vida mucho más fácil.





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