Hace no mucho leí un artículo que indicaba que, por
primer vez desde el final de la primera Guerra Mundial, en 2013 se
vendieron más bicicletas que automóviles en Europa.
Estas noticias a uno le provocan cierta
incertidumbre porque no sabe distinguir si la causa es un entorno de recesión generalizado,
que obliga a cambiar nuestro hábitos,o este cambio está ínfluido por un deseo
de protección del medioambiente.
Vinculado con esta cuestión, Grass
Roots ha presentado un Manifiesto en Hacienda para que se contemple la
bicicleta como retribución flexible.
Para ello solicita un cambio en el marco
legal para que la fiscalidad de la compra de estos vehículos
sostenibles pueda incluirse como beneficios de retribución flexible para los
trabajadores de las empresas.
La propuesta ofrece importantes ventajas, por
ejemplo, en Reino Unido, donde Grass Roots está ofreciendo este servicio para
empresas hace más de 8 años, participan 34.000 empresas con 430.000 bicicletas,
lo que ha supuesto un ahorro de mil millones de libras para el sistema
sanitario inglés.
Desde un punto de vista ecológico, la reducción
de emisiones es muy significativa, contribuyendo a la limpieza del aire. Por
ejemplo en Madrid, donde sólo haría falta que el 15% de los ciudadanos
utilizase este transporte sostenible para que las emisiones de CO2 se
recortaran en el equivalente a una ciudad de 100.000 habitantes.
Por otro lado, el ejercicio diario contribuye a la reducción
del estrés y la ansiedad, efectos que suponen un importante descenso del
absentismo laboral. En España, con 11,4 días de media anual de ausencia en el
trabajo, la implantación de estas políticas que fomentan el deporte podría
ayudar a reducirlo en un 25%.
Para los trabajadores supone un ahorro importante en
el precio de la bicicleta ya que no pagarían la parte que correspondería al IRPF.
El ahorro concreto depende de diferentes factores como la banda salarial del
empleado y su situación personal. Podemos utilizar como referencia que la tasa
de IRPFes, de media, entre el 15% y el 20%. El empleado se ahorra
este porcentaje del precio de la bicicleta sin que esta retribución
flexible tenga impacto en la cotización de la Seguridad Social.
Nadie pone en duda los beneficios de las bicicletas,
si bien las cifras que se exponen en el Manifiesto despiertan cierto
escepticismo acerca de su verosimilitud, la verdad, es que no veo que a corto plazo
pueda plantearse como opción, sobre todo, en ciudades como Madrid, donde
lamentablemente se ha ido diseñando y creciendo por y para los coches. Por lo
que circular en bici por la ciudad sigue siendo una actividad de alto riesgo.
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