viernes, 10 de febrero de 2017

Consultoría Social. PARTE I. "Consultoría" diferente de la "Asesoría"


- Formular y evaluar proyectos de Intervención Social, Educación, Formación y de Cooperación al Desarrollo.

- Evaluar las necesidades internas y diseñar planes estratégicos y de acción para su desarrollo organizativo.

- Diseñar, ejecutar y evaluar cursos de formación dirigido a profesionales y voluntariado.

- Diseñar ejecutar y evaluar de proyectos para el desarrollo de las capacidades de colectivos de especial atención.

- Incorporar a tu entidad nuevas tecnologías de la información y formación.

- Implementar plataformas de formación on-line, así como el asesoramiento para su manejo y utilización corporativa

- Asesoramiento y asistencia técnica a las administraciones públicas locales para llevar a cabo proyectos de intervención social con colectivos en situación de vulnerabilidad social.

- Asesoramiento y Asistencia técnica al tejido empresarial con inquietudes en destinar fondos para desarrollar proyectos con fines sociales.


- Constitución de Asociaciones, Fundaciones, Federaciones, Confederaciones

- (...)



La Consultoría Social podría definirse como un espacio de actividad para la intervención social con un “estilo” generado a partir de la sistematización de la experiencia.
Cuando hablamos de CONSULTORÍA estamos entendiendo un servicio profesional y externo, con las siguientes características:
Incluir o basarse en un acompañamiento o interacción de cierta intensidad y duración entre el agente externo (consultor) y la organización cliente. En ocasiones ese contacto será tan sólo con una parte o incluso con una persona de la organización.
Incorporar un valor añadido significativo relacionado con el conocimiento, debe tratarse de práctica basada en la evidencia.
Desencadenar o posibilitar cambios apreciables en (los procesos o estructuras de) la organización cliente. Ese cambio, por ejemplo, puede consistir en la creación de una nueva línea de actividad (previo estudio de viabilidad, por ejemplo).
Aportar, además del valor añadido que recibe la organización a la que se apoya, un valor añadido al conjunto del sistema o red
Diferencia con respecto al servicio de asesoría:
La consultoría tiene un papel más activo en la entidad (cliente) y trabaja por el cambio  y el aprendizaje organizacional y no solo por la mejora. La consultoría busca el empoderamiento de la organización a la que apoyamos. Ofrece visión, perspectiva y abre posibilidades a nuevos paradigmas… Junto con las palabras consultor/a, asesor/a, aparee una tercera: facilitador/a con una connotación de quien está especialmente atento o atenta al proceso o método, además de al producto o finalidad...
Rasgos positivos de la buena consultoría:

ü  Conocimiento genuino, contrastado, trabajado, actualizado, innovador, específico, relevante, aplicable...
ü  Compromiso leal con la organización cliente.
ü  Independencia o neutralidad en relación con los intereses de los agentes implicados en una determinada situación.
ü  Capacidad de adaptación, interacción, acompañamiento, soporte...
ü  Transparencia y evaluabilidad de la intervención a los ojos de la organización cliente.
ü  Ética profesional.
ü  Buena relación calidad-precio.

Un consultor es un compañero de viaje para determinados casos del itinerario de las organizaciones a las que sirve, ayuda a acelerar su proceso de aprendizaje y construcción de conocimiento, que no molesta o ralentiza, bloquea o desvía sino que ayuda sobre la base de un conocimiento en entornos y procesos. Es un agente necesario en organizaciones orientadas a la acción (producción, prestación de servicios,…) y aquellas dedicadas fundamentalmente a la construcción de conocimientos (como universidades, centros de investigación,…)
Cuando se recibe la demanda o encargo de servicio, el consultor, debe: leer, interpretar, diagnosticar y solo entonces se asume o rechaza, recomendado a otra organización más adecuada si es posible ( porque no sabemos todo) y  se define, construye y comunica nuestro posicionamiento, qué sabemos hacer y cómo trabajamos. Se trata de saber a qué juego queremos jugar. Tenemos una gran responsabilidad y trabajamos con material sensible….También queremos terminar los procesos.
Cuando hablamos de consultoría social, hablamos de construir sociedad, que interesa o implica, de forma especial, a la colectividad. Muchas veces lo social se opone (dialécticamente si se quiere) a lo económico, entendido lo económico, en este caso, como lo que se rige, estrictamente, por las leyes del mercado. También a veces lo social se opone a lo público (en el sentido de estatal), como cuando diferenciamos la responsabilidad pública y la responsabilidad social... Nos referiremos a una consultoría al servicio de la intervención social, de la política social. Una consultoría al servicio de organizaciones que trabajan por el bien estar social, la cohesión social, la inclusión social, la justicia social, los derechos sociales. “El fin está en los medios” por ello se prestará especial atención en los valores, las estructuras, las prácticas, la cultura de las organizaciones.
Cuando hablamos de consultoría social, parece que queremos decir que el ámbito en el que se produce el trabajo es, en sentido amplio, el del sector social y que, de alguna manera, la organización que hace consultoría está comprometida con esa finalidad social de las organizaciones con las que trabaja o a las que sirve.
Por otra parte las organizaciones dedicadas a la consultoría social, en su vivir y accionar, han de destilar y compartir valores, emociones, actitudes... coherentes con ese carácter social que se les supone. Difícilmente una organización de consultoría va a desencadenar procesos o cambios en clave de inclusión, participación, cohesión, bienestar... si en su seno no se funciona en clave de inclusión, participación, cohesión, bienestar...


No hay comentarios:

Publicar un comentario