sábado, 4 de junio de 2011

"Iniciativa Ciudadana Europea" y algo mas.

"Iniciativa Ciudadana Europea" y algo mas.

Si todo va bien, dentro de un año los ciudadanos europeos podremos solicitar directamente a la Comisión Europea que proponga una ley sobre algo que nos preocupe.

La "iniciativa ciudadana europea" fue creada con motivo del " Tratado de Lisboa" y permitirá, con un millón de ciudadanos de la UE, tener derecho a una iniciativa política igual que el Parlamento y que el Consejo de Europa. Sin embargo, para que esto ocurra, la "iniciativa ciudadana europea" deberá pasar por cuatro fases o niveles, necesarios, antes de que pueda ser opción legislativa. Desde un punto de vista jurídico estaríamos hablando de una demanda popular, un deseo que obligue a las auroridades a legislar sobre una cuestión concreta. Aclaremos que no se trataría de un verdadero instrumento vinculante ya que la Comisisón Europea, siempre, salvo recurso tendría la última palabra (medida que se hace necesaria para evitar los excesos en la participación directa y se pueda convertir en un motor populista del que se beneficien algunos en perjuicio de otros). Se ha diseñado un instrumento con diferentes niveles que garanticen que sea una "iniciativa" y no un mero instrumento de "petición".

Niveles o fases:
  1. La persona que desee presentar una iniciativa deberá formar un "comité ciudadano" de almenos siete personas procedentes de siete Estados miembros. El objetivo de la medida es asegurar que la iniciativa esté fundamentada y con dimensión europea.
  2. El "comité ciudadano", en su segunda fase, deberá registrar la propuesta y la Comisisón será el órgano encargado de estudiar el fondo del asunto y plantear si es admisible o no. ( El Comité, entre otros asuntos, deberá tener en cuenta que se respete los Tratados y la Carta de Derechos Humanos, que no se excedan de las competencias de la UE y que, por ejemplo, no resulte ofensiva). Alguna voces apuntan a que este proceso restará credibilidad a la "iniciativa" pero debemos recordar que la UE no abarca todo y que algunas materias son competencia, en exclusiva, de sus Estados miembros. Para garantizar un proceso transparente se obligará a la Comisisón a motivar razonadamente su decisión y en caso de rechazo deberá comparecer para justificar su decisión. Señalar que la mayoría de eurodiputados consideran que con procedimientos como este se aumentaría la trasparencia de las actuaciones. Zita Gurmai " Los ciudadanos, por primera vez, pueden unirse y decirnos si estamos haciendo bien nuestro trabajo"
  3. Una vez admitida por la Comisisón, los promotores tendrán un plazo de un año para recoger un millón de firmas. Estas firmas deben proceder de una cuarta parte de los Estados miembros (de siete Estados miembros). Para el caso de España se necesitarán 37.500 firmas.
  4. Los firmantes deberán tener cumplida la edad mínima para votar en la elecciones europeas y los Estados tendrán la obligación de comprobar la autenticidad de sus firmas. Cada país decidirá que información requiere del signatario, en la mayoría de los países, por ejemplo, se exige el número nacional de identidad.
La "iniciativa ciudadana europea" se encuentra aún en fase de desarrollo y por lo tanto nos encontramos con puntos débiles. El más destacado, en mi opinión, se encuentra en el procedimiento para recurrir las decisiones de la Comisisón (aún no se han presentado los medios técnicos con los que contará la Comisisón e incluso se sigue discutiendo, todavía, con la idea de que las "iniciativas" deberían tramitarlas  el Tribunal Europeo de Justica para evitar que siempre existan recursos). Seguramente habrá casos claros que la Comisisón podrá rechazar de entrada, pero aún en estos casos se debería convocar una audiencia para explicar los motivos del rechazo. El Parlamento, en todo caso, quedaría fuera.

En este año 2011 se hará realidad la "iniciativa para la ciudadania" por ello, los analistas consideran importante que la primera docena de iniciativas sean sensatas, que se plateen problemas reales y no cuestiones populistas.

Como consecuencia del debate planteadao sobre las medidas de control y vigilancia de las firmas en los respectivos países, ha resurgido, en la UE, el planteamiento de implantar la firma o voto electrónico.
Seis de cada diez hogares europeos están conectados a Internet, herramienta que se ha hecho imprescindible. En los trabajos está implantada en su totalidad y en política también es una herramienta que se hace imprescindible ya que canaliza campañas electorales y conecta a políticos con votantes. Sin embrago, solo un Estado miembro, Estonia, ha transformado la red en un colegio electoral. Para votar por Internet es necesario: un ordenador conectado a la red, un carnet de identidad electrónico (que proporciona una herramienta de firma digital y que garantiza la autentificación de la identidad del votante) y, como es obvio, disponer de un lector de tarjetas electrónicas. En la EU encontramos voces a favor y voces en contra para implantar este procedimiento de votación. La socialista francesa Roselyne Lefraçois defiende "que los ciudadanos europeos vayan a las estaciones de voto, para que siga siendo una acción ciudadana". La mayoría entiende que sería una buena herramienta el voto electrónico porque aseguraría el derecho de todos a ejercer su voto, atraería a votantes jóvenes desmotivados y fortalecería la democracia. Los que están a favor de su implantación destacan que sería una herramienta fácil de organizar con un carnet de identidad electrónico y están convencidos de que el voto electrónico se implantará no tardando mucho.

Susana Perez Diez.

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