viernes, 28 de octubre de 2011

Isidro del Saz, socio del área fiscal de Roca Junyent en Madrid: “Es más fácil controlar el gasto que elevar la recaudación vía impuestos para cualquier Gobierno”





Entrevista a Isidro del Sanz por por lsanchez y publicada en diariojuridico.com

“Desgraciadamente no hay un modelo fiscal europeo a seguir en la actualidad para ver cómo gestionar de forma eficiente tus ingresos y gastos aunque es posible  que la disciplina fiscal de Francia y Alemania deben servirnos  de modelo”, comenta Isidro del Saz, socio del área fiscal y director de la oficina de Roca Junyent en Madrid.
  En plena campaña electoral hemos querido conocer de un experto independiente la situación de la economía y algunas promesas electorales que con el marchamo de impuesto han surgido en primera línea de combate político  : Desde su perspectiva,  el nuevo Gobierno que surja de las urnas  tendrá que que asumir una situación muy complicada. “Es más fácil controlar el gasto que elevar la recaudación via fiscal que puede generar efectos desincentivadores, comenta.  “Primero habría que activar la economía y luego pensar en una subida progresiva de impuestos si fuera necesario”,añade.

Nuestro interlocutor no esquiva ningún tema por complejo que fuera.  Mientras que reconoce que una rebaja en el Impuesto de Sociedades puede ser atractiva para las empresas no acaba de ver la aplicación del impuesto para la banca que pueda generar empleo. “Es posible que se pretenda con esa hipotética recaudación aplicarla a políticas concretas de fomento del empleo pero no olvidemos la habilidad de la Banca para trasladar sus impuestos a sus consumidores”, explica.  Respecto a las figuras del copago que pudieran introducirse en sanidad y justicia recalca que :“en el caso sanitario lo que se pretende es crear una conciencia de responsabilidad en el ciudadano sobre el uso eficiente de los recursos sanitaros. 

Por el contrario, en la justicia, más que el copago soy partidario del pago de costas como elemento disuasorio.” A su juicio solo un pacto global  podría eliminar las desigualdades fiscales existentes en las diferentes comunidades autónomas, de tal forma que hay impuestos “como el de Sucesiones que se aplican solo  en determinados lugares.”

Isidro Del Saz Cordero es  socio del área Fiscal y Director de la oficina de Madrid del despacho Roca Junyent. Nuestro entrevistado tiene una  amplia experiencia en fusiones, escisiones, adquisiciones, joint ventures, reestructuraciones societarias, derecho financiero y derecho inmobiliario, fiscalidad de grupos y planificación fiscal nacional e internacional, representando tanto a clientes españoles como multinacionales.

Abogado perteneciente al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid es Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid y Doctorado en Economía, especialización en Fondos Públicos, Universidad Autónoma de Madrid. También es Master en Sistema Fiscal Español en la Escuela de Economía y European Tax Senior School en Valdhoven, Holanda. Es, a su vez, Secretario del Consejo de Administración de varias empresas.

Sobre su actividad docente debemos destacar que es Profesor Asociado en el Departamento de Derecho Financiero y Tributario, en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid y Profesor del “Máster en Economía Financiera” que imparte cada año el ICADE, sobre tasación en transacciones internacionales. Además es Profesor en el Centro de Estudios y Prácticas Empresariales (Garrigues)
Respecto a las publicaciones que es colaborador habitual en Derecho de los Negocios (LA LEY), “Crítica Internacional sobre Plans d’Impostos” y Diario Expansión, en el ámbito económico.

Isidro ha sido reconocido y recomendado como Tax Leading Lawyer por Chambers 2009, PLC Which Lawyer 2009, Expert Guides desde 2008 y por Best Lawyers 2009 en España.

Recomendado por Best Lawyers International, en el área de Tax, en las ediciones 2009 y 2010.

Recomendado por Chambers Europe, ediciones 2009, 2010 y 2011 en el área de Tax.

Recomendado por Legal 500, edición 2011, en la área de Tax.

Recomendado por Chambers Global, edición 2011, en el área de Tax.

Recomendado por PLC WhichLawyer?, en el área de Tax, ediciones 2010 y 2011.

Sr del Saz. ¿ Le sorprende el protagonismo de los impuestos en nuestra vida  y en la actual campaña electoral en particular?

Es evidente que estamos en crisis, lo que hace que condicione mucho nuestras vidas. Es evidente que tanto el gasto como los ingresos están en campaña electoral. El gasto, con los recortes que ya conocemos y otros que se pronostican. Respecto a los ingresos, igual se habla de anuncios de subidas impositivas que veremos si se cristalizan.
Al final lo que uno advierte es que son medidas más bien electoralistas  que desde un punto de vista técnico es factible que algunas no se puedan ejecutar por parte del partido ganador en las urnas el próximo 20N.

En un momento de recesión como el actual, ¿de qué forma se puede convertir los impuestos en herramienta para activar la economía?

Aunque sea impopular comentarlo hay que reconocer que el elemento gasto tiene un más fácil control a priori.  Basta con no incrementarlo o autorizar una serie de recortes.

El tema del ingreso es diferente; es evidente que el Gobierno a través de Reales Decretos y el Parlamento aprobando determinadas leyes pueden incrementar los impuestos.  Lo que no siempre sucede es que el incremento de impuestos genere a su vez incremento de recaudación.

El gasto controlado es un gasto menor y la subida de impuestos no genera el efecto inmediato de subida de recaudación.
Respondiendo a su pregunta, los impuestos deberían ayudar a mitigar la crisis económica.  Creo que por ejemplo, todo lo que tiene que ver con el Fomento del Empleo debería tener un tratamiento prioritario.

En esta campaña se está hablando de bajar el Impuesto de sociedades cinco puntos a las empresas…

Recordamos que hace años existía una deducción por creación de empleo en el propio Impuesto de Sociedades que luego se eliminó y que solo se mantiene para personas minusválidas.

Creo que estamos en una situación que cualquier medida que sirva para incentivar el empleo hay que tenerla en cuenta. Es posible que hubiera que impulsar nuevas normas en el Derecho del Trabajo y en la legislación laboral, al igual que medidas fiscales para los mayores generadores de empleo del país que son las pequeñas y medianas empresas.

La verdad es que tengo mis dudas sobre esta medida.  Hace años teníamos un tipo del 35 por cien por encima de la media de países de nuestro entorno. Pero ahora, situados en el 30, habría que ver como articularlo, al estar ya en esa media europea que le comentaba.

Por otro lado hay que dejar claro que el Impuesto de Sociedades no es muy recaudatorio, al lado de IVA, impuestos especiales o IRPF. Puede ser un incentivo, pero no tendrá efectos a nivel de ingresos notables.

¿Cómo valora las últimas medidas de rescatar el Impuesto de Patrimonio e introducir un Iva superreducido para vivienda nueva?

Es evidente que la cuestión de instalar de nuevo el Impuesto de Patrimonio ha sido muy debatida.  Su restablecimiento temporal viene por la crisis aunque su introducción en campaña tiene tintes electorales.

La elevación del mínimo exento hasta 700.000 euros, unidos a los 300.000 por vivienda habitual, configura un Impuesto para un estrato de la población con alto valor adquisitivo.

En cualquier caso todos los fiscalistas dudamos de su impacto recaudatorio.  Es evidente que se va a producir un movimiento de deslocalización de las grandes fortunas que cambiarán de residencia, así como el desarrollo jurídico fiscal de empresas familiares, con base legal, que harán que su repercusión en la recaudación sea muy limitada.

¿Hasta que punto afecta a la seguridad jurídica de empresas y particulares todos estos cambios fiscales continuados?
Como en otros ámbitos, la crisis parece que también relaja la seguridad jurídica en el plano fiscal.  En este sentido no se trata solo la adopción de medidas temporales sino también su forma de adoptarlas.

Aprobar medidas a mitad de ejercicio puede hacer que la seguridad jurídica se tambalee. Así para las empresas resulta complicado hace planes a  medio y largo plazo.
La temporalidad de algunas normas si puede tener un sentido. En el caso de las medidas tomadas con la vivienda nueva, es evidente que si se hace una reducción indefinida sus efectos económicos derivados van a ser más lejanos en el tiempo. Si das seis meses de plazo debe generarse cierta avalancha de operaciones en este sentido. Luego se podrán prorrogar si realmente se ha visto que sus resultados han funcionado.

Tengo que preguntarle, como  comenta otro candidato a la presidencia del Gobierno si el impuesto sobre la banca puede generar empleo…

Personalmente no alcanzo ver la correlación entre ambos factores. Es posible que se pretenda con esa hipotética recaudación aplicarla a políticas concretas de fomento del empleo.  Hay que recordar que según principios constitucionales no es posible adscribir una partida de impuestos a algo tan concreto.

Desde el punto de vista técnico, al margen de la oportunidad electoralista de la medida en cuestión, cabe resaltar que la Banca tiene especial habilidad en trasladar sus impuestos a sus propios consumidores lo que parece razonable desde el punto de vista de los costes.

Si se estableciese ese impuesto, que está por ver, los efectos recaudatorios de esta medida no tendrían una repercusión importante. Al final seria el consumidor final quien paga esta iniciativa como ya le he descrito.

¿Comparte usted el criterio de otros expertos que señala que el nuevo Gobierno que asuma el poder tras el 20N tenga que subir los impuestos?

El nuevo Gobierno tendrá que asumir una situación muy complicada. Es más fácil controlar el gasto que elevar la recaudación vía fiscal que puede generar efectos desincentivadores.

Lo importante será incrementar la recaudación que no necesariamente pasa en todos los casos por incrementar los impuestos de forma indiscriminada.  Los impuestos están ligados a ciclos o a la propia actividad económica.

Primero habría que activar la economía y luego pensar en una subida progresiva de impuestos si fuera necesario.  Lo que si hay que descartar son las reducciones generales de impuestos por la situación que vivimos.  El propio Impuesto de Patrimonio no creo que se vuelva a suprimir.  Cualquier subida poco estudiada genera consecuencias desfavorables en la activación de la economía.

Veo más un ataque al déficit por la vía de gasto que por la recaudación impositiva.
En este escenario del que estamos hablando, ¿ le parece correcto el funcionamiento a nivel tributario entre Estado y Comunidades Autónomas? ¿Habría hueco para nuevos impuestos a nivel autonómico?

Creo que a nivel fiscal hay un razonable entendimiento entre instituciones y es poco criticable su funcionamiento, como pudiera ser en otras cuestiones. En principio la legislación impide que se dupliquen impuestos a nivel estatal y autonómico y los Ayuntamientos ya los reciben del propio Estado.

Los problemas vienen de la no correlación entre ingresos y gastos a nivel autonómico así como el desarrollo a posteriori del nivel impositivo. Al final adviertes que las Comunidades Autónomas aprovechan su autonomía fiscal para impulsar una desigualdad interna. Esto genera que pagues o no Impuesto de Sucesiones en función de donde fallezcas.  Todo ello atenta a principios de igualdad recogidos en la Constitución.

Sobre los nuevos impuestos que usted me preguntaba, la verdad es que la iniciativa ahora es complicada.  Quedan muy pocas cosas sin gravar de forma impositiva.  Hay opciones como la fiscalidad verde o el propio Ley del juego online, recientemente aprobada donde puede haber fundamento a esos nuevos impuestos más razonables que aquel impuesto que se quiso poner en marcha en Baleares a los turistas de un euro por noche y día y a los cajeros automáticos extremeños.

¿Hay alguna forma de arreglar estas discriminaciones fiscales que usted apunta en nuestro país?

La única forma que yo veo de resolver este problema es mediante el acuerdo entre las propias comunidades autónomas o bien a través del propio Consejo Económico-Fiscal, organismo empleado para actividades de este tipo.  Serian las únicas maneras para adoptar un marco legal fiscal común a nivel nacional.

Queda otra fórmula que es la jurisdiccional que abre otros cauces de impugnación a determinadas normas como ha sucedido en casos concretos. Este es un fenómeno reciente si se compara con las sentencias generadas desde los regímenes forales navarro y vasco, no todas, por cierto, en el mismo sentido dictadas.

Volviendo al escenario electoral en el que nos movemos, se habla de copago en la sanidad y también la justicia para gestionar mejor estos servicios…

Son medidas que alcanzan ámbitos diferentes.  El copago en la Sanidad tal y como se está explicando al ciudadano  no tiene una finalidad impositiva clara.  Es más para fomentar la corresponsabilidad de la sociedad.

No tendría mucho valor a nivel recaudatorio pero si crearía una determinada conciencia de limitar o racionalizar el uso de esos servicios.  La experiencia en otros países nos dice que puede funcionar.
Sobre el copago de la justicia le diré que me parece una medida muy compleja de poner en marcha. Como bien sabe ya está en vigor la tasa que se exige a las grandes empresas para frenar su afán litigante.  De todas formas, todo lo que sea poner trabas a que se ejerza el derecho a reclamar por via judicial tus derechos parece al menos discutible.

Creo que en lugar del citado copago judicial sería más útil la condena en costas de una forma aún mucho más generalizada de lo que están.

Al final se trata de penar a quien abuse del uso de la justicia o haga un uso temerario del mismo.  Y que esa condena en costas, además de los servicios de la otra parte, abogado y procurador, también contemplará el propio coste administrativo del proceso judicial. Seria un tema novedoso, casi revolucionario, pero que habrá que plantearse tal y como están las cosas en estos momentos.

¿Cómo valora los avances efectuados desde la Administración sobre el control del fraude fiscal?

Es evidente que se han producido avances en este sentido aunque aún queda trabajo por realizar en esta parcela.  Hasta ahora el esfuerzo desarrollado contra el fraude fiscal ha sido muy importante.

De forma progresiva la economía sumergida va descendiendo. De forma paralela,  la evasión fiscal internacional  ha mejorado gracias a la coordinación y el trabajo de varios países europeos.

Lo que no debe distinguirse es el propio fraude fiscal de otras alternativas legítimas para pagar menos impuestos.  Hay empresas y particulares que minimizan el pago de impuestos sin vulnerar ningún tipo de norma. Esto es lo que se llama planificación fiscal.  En ocasiones por cuestiones político-mediáticas se intentan mezclar ambas cosas.

¿Sería sencillo impulsar en nuestro país un Impuesto solidario para los más ricos como ya se está haciendo en Francia y se estudia en EEUU y Alemania?

En Francia se denomina Impuesto de Solidaridad sobre Grandes Fortunas. Sigue la línea de los comentarios de los millonarios estadounidenses, con Warren Buffet a la cabeza, que reclamaban pagar más impuestos.

Desde esta perspectiva solidaria y espontánea es evidente que lo primero que hace falta es una norma que lo imponga. La verdad es que hay pocos países que graven con un impuesto especial a los ricos. Se piensa que no será sencillo que acepten este impuesto por su versatilidad a la hora de deslocalizarse, a través de estructuras legales totalmente o crear empresas familiares también con justificada base legal.

La última reforma hecha en nuestro país y que ya hemos comentado sobre el Impuesto de Patrimonio ya afecta a personas con capitales por encima del milón del euro, lo cual no está al alcance de cualquiera. Es complicado en una economía globalizada penalizar fiscalmente a los ricos, en definitiva.

Por último, volvemos a Europa, señor del Saz ¿En qué estado se encuentra la posible armonización fiscal del Viejo Continente?

Sería muy conveniente esta armonización fiscal que usted señala sobre todo en lo concerniente a los paraísos fiscales y a respaldar un único Mercado con una fiscalidad armonizada. Pero realmente estamos muy lejos, ya no de alcanzarlo sino incluso de dar los pasos en la dirección adecuada.

Es cierto que la situación europea es compleja. Quizás el área fiscal es una de las áreas que genera más trabajo avanzar, sin lugar a dudas. Los impuestos son un elemento clave para que renuncien los estados de su soberanía.  Curiosamente si uno hace un repaso histórico, las democracias occidentales lo primero que hicieron fue aprobar los impuestos.

Además en estos momentos no hay una formúla unificada para resolver todas las excepciones existentes en estos momentos.  Ahí habría que hablar de los regímenes fiscales de lugares como Canarias, Madeira, Bélgica, Holanda o Luxemburgo o las islas del Canal. Que todo ello se resuelva por la via de la unificación es complicado.




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