domingo, 4 de marzo de 2012

Nace en Madrid el Museo Félix Cañada que acoge más de 500 piezas de autores como Alonso Cano, Valdés Leal, Arellano, Joaquín Mir, Ramón Casas, Santiago Rusiñol o Sir Thomas Lawrence, atesoradas a lo largo de medio siglo por el ingeniero Félix Cañada Guerrero.





Cañada Guerrero (Segovia, 1925) es doctor Ingeniero de Minas por la Escuela de Minas de Madrid (1956), investigador, profesor y geólogo y a la vez, ha conseguido reunir, a lo largo de su vida, una muy abundante colección de pintura y escultura que abarca desde el siglo XIV hasta nuestros días.

Entre las piezas más notables, figuran las de autores como Sir Thomas Lawrence ('Retrato de Lord Devonshire'); Juan de Arellano ("Florero"); Frans Franken ('Adoración de los pastores'); Gutiérrez de la Vega ("Racimo de uvas y jilguero")  o tallas de madera como el 'San Francisco' que se inscribe en el taller de Pedro de Mena, o el 'San Pablo' próximo a Alonso de Berruguete, según ha explicado Carlos Pérez-Herce, conservador-jefe del Museo Félix Cañada.

UNA COLECCIÓN DIDÁCTICA

La temática de esta gran colección de arte que Félix Cañada ha reunido desde su juventud, es variada y "didáctica", según explica Pérez-Herce y subrayan que el valor de la colección expuesta en la alcanza los siete millones de euros. Se exhiben lienzos de temática religiosa, costumbrista, retratos, paisajes, bodegones y naturalezas muertas.

No obstante, calculan que Félix Cañada ha podido reunir a lo largo de su vida casi 7.000 piezas entre dibujos, bocetos, esculturas, acuarelas, grabados, e incluso instrumentos musicales, y destacan que una de las primeras obras adquiridas por este filántropo y amante del arte fue una de pieza de Berruguete en el rastro de Madrid hace más de sesenta años.

El amor que Félix Cañada siente por la Música y su deseo de transmitirlo a las futuras generaciones, le ha impulsado también a donar un extraordinario piano de cola marca 'Stein way and Sons'.

Todas las piezas que conforman el Museo, situado en la sede de la Fundación Gómez-Pardo (calle Alenza, 1) han sido donadas por Félix Cañada y después han sido sometidas a un trabajo de investigación histórico y técnico-científico consistente en la redistribución de autorías y limpieza, e incluso restauración de algunas piezas.

Peréz-Herce también destacó la hermosa colección de piezas de bronce de Art Nouveau que presentan, a la que consideran una de las más completas de España y una "magnifica colección" de pinturas contemporáneas con obras de Joaquín Mir, Ramón Casas, Joaquín Sorolla, Ignacio Pinazo o Salvador Martínez Cubells.

Según explica Alfonso Maldonado, director gerente de la Fundación Gómez-Pardo, el museo Félix Cañada nace como consecuencia de la vocación altruista de Cañada, al donar parte de su inmensa y valiosa colección, y de la voluntad de la Escuela de Minas y de la Fundación Gómez-Pardo por ofrecer este proyecto cultural a profesores y alumnos, con el fin de fomentar la formación cultural y humanística de los alumnos de la Escuela de Minas de Madrid.

Sobre la Fundación La Fundación Gómez Pardo

La Fundación Gómez Pardo es una institución privada, sin ánimo de lucro, destinada por su fundador, D. José Gómez-Pardo, a la educación, investigación técnica y actividades culturales y presidida por el Director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Minas de Madrid.

La historia de la Fundación Gómez-Pardo está inequívocaquemnte ligada a su fundador, D. José Gómez-Pardo Enseniat, ilustre industrial madrileño (1803-1873), platero y propietario de una célebre platería en la calle Ciudad Rodrigo, casi esquina a la Calle Mayor.

Fue hermano de D. Lorenzo Gómez-Pardo, ingeniero de minas y farmacéutico, primer profesor de Metalurgia y Docimacia en la, por entonces, recién trasladada Escuela de Minas de Madrid. Falleció D. Lorenzo a temprana edad (1847) y en su memoria D. José constituyó un legado testamentario, por el que se dejaba a la Escuela de Minas la cantidad de 125.000 pesetas, así como los libros, colecciones de minerales e instrumentos de uso de D. Lorenzo.

Con los réditos de esta cantidad, el Director de la Escuela de Minas, D. Luis de la Escosura, adquirió el solar contiguo al que estaba reservado para la construcción de la Escuela, en la calle de Ríos Rosas de Madrid. Construyó en él un bello edificio el arquitecto Ricardo Velázquez Bosco, desafortunadamente destruido en fecha posterior para edificar viviendas. En las plantas bajas de ese edificio y en las naves anexas se instalaron laboratorios que, en cumplimiento de la voluntad testamentaria de D. José, se dedicaron a ensayos de oro y plata y también a laboratorios para los estudiantes de la Escuela.

Del mismo modo, se dedicaron cantidades en el testamento de D. José a dotar premios para los más brillantes ingenieros de minas, a posibilitar los ensayos en minas recientemente descubiertas y a desarrollar, en todos sus aspectos, las actividades de la minería en España.

La Fundación Gómez-Pardo es hoy una institución sólida y llena de vida, con un capital importante, que se dedica, como fue voluntad de su fundador, a la ayuda a los ingenieros de minas de la Escuela de Madrid.








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